¿Se puede extrañar el presente?
Como si supiera que este momento se va a escapar
para siempre.
Y quisiera agarrarlo con mis dedos, porque entiendo
cómo es extrañar.
Esa misma sensación de cuando era chico,
en la vieja casa de los viejos.
Esa sensación de pileta y de verano,
y de los primos.
Esa sensación del primer beso, el momento inmediato
cuando la boca todavía estaba húmeda.
Extraño el momento presente.
Como si todo esto se fuera a escapar de entre mis manos.
En este preciso instante quiero que sea ayer,
no es que me arrepienta, no.
Es que siento que se aproxima el final del viaje,
pero no quiero llegar.
Quiero volver y hacerlo interminable.
Se nos acaba el hoy y ya lo extraño.
¿Cómo será el mañana?
¿Tendrá olor a verano y sonido de chicharras,
y los primos de Buenos Aires, y la pileta,
y el viento tibio del ventilador de chapa,
y los viejos, y los loritos,
y Corrientes,
y todo eso?
Esto de extrañar el presente es algo nuevo.
Nunca me enseñaron eso.