Tautologías
Una tautología es un tipo de razonamiento que se afirma a sí mismo de manera circular. Decir "llueve porque cae agua" o "faltaron aquellos que no vinieron" demuestra la autoafirmación. Una jaula enunciativa que tiene sentido hacia adentro, pero que carece de una puerta de salida. Se sugiere nunca entrar en tautologías, es imposible salir de allí.
El pasaje humano
Me interesa pensar al ser humano, no como individuo ni como sujeto, sino como un pasaje. Esta denominación permite pensar que el humano es, según la primera acepción de la Real Academia Española, "la acción de pasar de una parte a la otra". Su decimotercera acepción, en el ámbito musical, resuena todavía mejor para la función que queremos asignarle al vocablo: "Tránsito o mutación hecha con arte, (de una voz o de un tono a otro)". Me interesa pensar al ser humano como un tránsito de la inexistencia a su muerte, un pasaje hecho con arte.
Las jaulas
En la teoría de las jaulas (idea que no es original, pero que ignoraba cuando la postulé) especifiqué que el ser humano vive en una jaula determinada por su lenguaje, su cultura, su sistema de ideas. Estamos sujetados a un entramado de representaciones simbólicas que no son nuestras y que nos son asignados para representar el universo (que tampoco nos pertenece). La conclusión de dicha reflexión se basa en la idea de que el conocimiento nos permite movernos de una jaula a la otra para elegir desde qué lugar nos gustaría ver el atardecer (sin rodeos poéticos: dejarnos morir). Somos entonces un pasaje entre la inexistencia y la muerte que sobrevuela el sistema de jaulas que flotan en el sinsentido de la existencia. Apenas "una transformación hecha con arte" que se ufana de conocer el cosmos, bajo la premisa de que somos el universo conociéndose a sí mismo.
El método
Si somos un pasaje en una existencia que no tiene sentido debemos darnos un sentido para ese tránsito que emprendemos. De lo contrario, negaríamos el viaje y le pondríamos fin en el preciso instante en que la tragedia de nuestro absurdo se vuelve insoportable. Somos un pasaje abriéndose paso a través del caos mediante el mayor invento que tuvo la racionalidad humana: el método tautológico. Tras "abandonar" el mecanismo de la supervivencia de la especie a través del instinto es que modelamos el método tautológico. Este esquema de significación aparece como una vía de sentido capaz de gestarse a partir de un sinfín de ideas que se presentan como sublimes. Me interesa destacar tres ejemplos del método tautológico para explicar mi argumento.
Tres vías del sentido
La vida es un sinsentido por lo que se subjetiva en el ser humano como una tragedia (o una comedia para algunos otros). La resolución es asignarle sentido. Como ejemplo, tres principales vías: el conocimiento, el arte y el amor. El primero fue esbozado en este texto y aplicado en la "teoría de las jaulas". Conocer para aumentar el registro de posibilidades y así sentirse convencido de que hay alguna cosa que valga la pena conocer. Alguna jaula más impresionante que otra por la cual esforzarse y recorrer un viaje un poco más arduo y desgastante. El arte, como manifestación de algún tipo de pospasaje, en un intento desesperado de pervivencia, de inmortalidad, de trascendencia a partir de su obra o de su legado. Y el amor, el más democrático de las asignaciones del sentido, pensar que porque amamos hemos hecho algo de nuestro ínfimo pasaje, la próxima generación abriéndose paso ante la inexistencia, la especie arrastrándose a través del cosmos, la agonía eterna de un conjunto de células que se niegan a desaparecer.
Tres vías del sentido tautológicas. El conocimiento le da sentido a una existencia a partir del afán de elegir desde qué horizonte dejarse morir. El arte como expresión de voluntad de trascendencia. El amor como engendro del próximo pasaje que vendrá a continuar un ciclo de asignación de sentido. La trampa está en que el sentido es asignado por un pasaje que ya inició su inevitable viaje hacia la muerte y se aferra a algún tipo de sentido que él mismo ha creado. Estamos inmersos en nuestras jaulas y el método tautológico es un elogio de nuestras propias ideas que nos mantienen encarcelados. El método tautológico consiste en afirmarnos a nosotros mismos que tenemos algún tipo de propósito para el viaje que emprendimos. Somos el agua que cae porque está lloviendo, aquellos que faltan porque no han venido y el amor eterno que creamos en nuestra imposibilidad de infinitud. Somos el método tautológico a través del cual nos consolamos y creemos que vale la pena navegar este océano de rocas. Hemos escrito millones de libros en miles de lenguas para intentar llenar el silencio de todas las noches. Hemos creado decenas de filosofías para contradecirnos y hacernos gastar el tiempo en algo. Hemos salido a buscar cualquier cosa que se nos aparezca como verdadero para tener algún punto de partida entre tanto centro en todas partes. Hemos creado la humanidad para argumentar el pasaje que ya fuimos.
Conclusión
Nada hay por fuera de lo simbólico. El método tautológico sostiene nuestra existencia. Creamos categorías para nombrarnos, describimos taxonomías de todo cuanto percibimos, hemos creado una fundamentación final de nuestra especie como cúspide de la evolución mundana. Sin embargo, en cuanto pretendemos echar un vistazo a los lados solo vemos fotones extinguiéndose. Nuestras mentes son el reflejo de la entropía externa a la que pretendemos darle forma. Somos incapaces de habitar sin un lenguaje que asigne sentido al entorno para activar los mecanismos de nuestra voluntad. Sin el método tautológico somos incapaces de existir. El pasaje termina sin haber alcanzado su fin. Con el método tautológico habitamos una ficción que nos sostiene y al mismo tiempo nos encierra. Conocer el mecanismo no anula su funcionamiento.