Sos la persona que elegiría si acaso pudiera realizarlo.
Como quien decide a qué hora quedarse dormido,
o en qué momento reír hasta perder el aire,
o elegir soñar hasta que sean nuevas, las realidades.
Una vez pude elegir y me eligieron.
Fue una decisión sencilla, todo estaba dado,
ante mis ojos florecían los destellos,
se respiraban primaveras en los cuartos,
afuera llovían estrellas y nevaban fuegos,
y en la noche iluminaban las luciérnagas
a nosotros, en desvelo y abrazados.
Quisiera que seas una de esas elecciones
para encontrarte a mi lado en plena madrugada,
preguntarme a mí mismo en qué momento
la vida puso a prueba todos mis instintos
y decidí que este corazón sobreviva por un otro
que ahora será el nuestro ya no tan solo el mío.