Después de vos cualquier horizonte es un absurdo
al cual no quiero acercarme, no necesito de nuevo
darle la vuelta al mundo entre dos almohadas
o entre dos abrazos, o en cuarenta y cinco minutos.
Después de haberte conocido ningún cuento,
tiene finales alternativos, ni personajes nuevos,
ni villanos, ni relato, ni historias que narrar,
son todos y cada uno la repetición del primero.
Después de quedarme entre tus dedos,
no hay manos que puedan contenerme
porque me caigo a propósito y me deslizo
para buscar una vez más la adrenalina. Tuya. Mía.
Después de lo que nos hicimos ya no quiero
hacerme, deshacerme, reinventarme
quiero aferrarme al recuerdo de quién fuimos
aunque seamos lo que hacemos ahora mismo.
Después de aquella interminable victoria
yo no puedo sentirme derrotado, he ganado
todas las batallas que me pesan en la vida
después de vos solo queda, de la gloria, la agonía.