¿De qué sirve la poesía, de qué sirve?
Cuando ha ganado el miedo,
cuando ya llegó el hastío,
cuando nos supera el tedio,
cuando nos tapó el fastidio.
¿De qué sirve la poesía, de qué sirve?
Cuando vuelven los fantasmas,
cuando rugen en la nuca,
cuando exclaman amenazas
cuando van sembrando hambruna.
¿De qué sirve la poesía, de qué sirve?
Cuando vuelven viejos monstruos,
cuando en la cara nos mienten
cuando nos venden un cambio
cuando lo compra la gente.
¿De qué sirve todo esto, hasta cuándo?
Hasta cuándo la insistencia,
hasta cuándo la venganza,
hasta cuándo negligencia,
hasta cuándo sus falacias.
¿De qué sirve todo esto, hasta cuándo?
Hasta cuándo la creencia,
hasta cuándo la promesa,
hasta cuándo la dolencia,
hasta cuándo la aspereza.
Y es entonces que en silencio
en la oscura y triste noche,
entre dudas y penumbras,
y entre tantas agonías
me responde la poesía:
con su tenue luz me alumbra
y entre versos es que esboza
las respuestas en mi boca.
¿De qué sirve la poesía?
Si no es un desafío, una bandera,
¿De qué sirve la poesía?
Si no dice la justicia verdadera
¿De qué sirve la poesía?
Si no sirve para enjugar las penas.
¿De qué sirve la poesía?
Si no es nuestra forte fortaleza.
Hasta cuándo la poesía:
Hasta que se diga todo.
Hasta cuándo la poesía:
Hasta el fin de nuestra vida.
Hasta cuándo la poesía:
Hasta hallar el desahogo.
Hasta cuándo la poesía:
Hasta que mi voz decida.
¿De qué sirve la poesía y hasta cuándo?
Sirve para que las sombras no nos tapen,
hasta que la negra noche haya cesado.
La poesía hasta cuándo me pregunto.
La poesía no termina en estos versos,
la poesía es un eterno y fuerte abrazo.
En el Día de la Soberanía, más que nunca,
para que no desaparezca nuestro hermano,
un amigo, un cristiano, un distinto,
para que no suelten sus manos,
Nunca Más y para siempre
para eso sirve la poesía.