Hoy fracasé una vez más.
Inmediatamente después tomé una siesta.
Dormí con hastío, con bronca, con desgana.
No quise despertarme. Abrí los ojos.
Me insulté con silencios,
me grité con lágrimas,
me reproché hasta el tiempo.
Después cociné y tomé agua.
Intenté dormir pero no pude.
Limpié mi cuarto que no es mi cuarto.
Acaricié al gato y pude darme cuenta.
que la victoria a veces tiene mucho antes
un largo y un triste sabor amargo.