-"Vos estás loco, ¿cómo vas a deleitarte con tamaña tragedia?"
-"Es que la evasión fue hace mucho mi mejor invento, mi mayor mentira, mi escondite más desierto.
Me reía a escondidas entre libros, entre cuentos, en relatos me escabullía y aparecía a la vuelta de un soneto.
No espero que me entiendas, no me incomoda estar entre cuatro paredes, lo disfruto, aunque entiendo la desidia. La congoja de un mundo que está solo.
Está como perdido en su propio encierro.
Quizás sea porque buscan afuera lo que perdieron por dentro.
Es difícil.
¿Pero acaso no se había viralizado algún mensaje que de niños éramos felices sin saberlo?
Allá cuando estábamos repletos de sueños, de ilusiones, de los cuentos del abuelo.
Teníamos esperanza en lugar de economía, traíamos ensueño en vez de inseguridad y miedo, veníamos cargados de juegos sin conocer de la política el menudeo.
Y capaz nos falta eso, mirar a los ojos de los niños, contagiarnos. Jugar con nuestro gato, nuestro perro. Apagar un rato la tele y buscar lo que perdimos hace tiempo.
Capaz que lo encontramos acá, guardaditos, escondidos aquí adentro".