Presente, presentísimo, el ahora mismo
siento y percibo la existencia propia
como un afán de permanecer, insisto
el aquí y el ahora, el aura mía, aurora.
Pienso, luego existo; juntos lo uno y también lo otro,
pero si ahora pienso en el mañana ¿qué queda
para cuando me piense como un monstruo
encerrado en el pasado?, mirando la ventana
buscando en el futuro una existencia mía
que no aparece porque, en el presente, todo
se derrumba como lluvia en la sequía
y hoy no hay pasado, ni tampoco mañana epifanía
Presente, presentísimo, el ahora mismo
donde muero, donde escribo, donde creo todo,
"creo" como verbo de "creer" y de "crear" al unísono,
"escribo" de "narrar" y "describir" al mismo modo.
Presente, presentísimo, el aquí y ahora
no hay sueños que cumplir porque me muero
cuando acabe de escribir, tiempo que se agota
y quedo en el pasado si es que en letras yo no me renuevo.
No hay más tiempo, se callan nuestras voces,
nos hacemos en breve más viejos, se ahoga
el futuro y a cuestas nos queda, solo a veces,
el presente, presentísimo, el aquí y ahora.